POR ARIEL VILCHIS
Simple y sencillamente en Baja California Sur no queremos que se instale una de las industrias más depredadoras de ecosistemas; la minería de tajo a cielo abierto.
Así lo han manifestado la sociedad civil, la ciudadanía y los gobiernos, tanto estatal como municipal.
Dejando de lado que la industria minera representa generación de empleos y derrama económica, como se ha vendido la idea por parte de quienes están a favor de la instalación de una mina a cielo abierto, la minera Los Cardones de la empresa Desarrollo Zapal S.A. de C.V. pretende deforestar un área importante de la biosfera de la sierra de la Laguna para extraer oro, acabando con un preciado recurso natural para los municipios de La Paz y Los Cabos; el Agua.
En ese sentido el gobierno del estado, el gobernador Carlos Mendoza Davis, ha sido enfático en señalar que su administración no quiere ni devastación ni amenazas al medio ambiente y que nunca estarán a favor de ese tipo de minería que a todas luces es un proyecto ambientalmente inviable. Lo que muestra el compromiso de la administración estatal con la sociedad.
Por su parte, el ayuntamiento de La Paz en voz del alcalde Armando Martínez Vega anunció el fallo de un juez federal para revocar los usos de suelo que se le habían otorgado a la minera Los Cardones, con lo cual queda suspendido indefinidamente el trámite para iniciar operaciones.
Del mismo modo se han manifestado en contra de la minería toxica los alcaldes electos de La Paz y Los Cabos, Rubén Muñoz y Armida Castro respectivamente. Lo que hace que sea una sola voz el rechazo a una promesa de desarrollo y abundancia de la mano de proyectos mineros depredadores de nuestra riqueza natural.
Preocupante los datos de que en las últimas tres administraciones federales se han concesionado a la industria minera más de 50 millones de hectáreas del territorio mexicano, y otorgados más de 25 mil permisos para la exploración, explotación y producción de metales preciosos y otros minerales, lo que indica que los intereses pro mineros no cesarán en su empeño por las grandes ganancias que pueda representar extraer oro de la Sierra de la Laguna. Ya veremos como actúa la próxima administración federal que inicia el primero de diciembre.
Por lo pronto no hay mina en la sierra de la laguna, no habrá minería toxica, sociedad y gobierno en una misma sintonía la rechazan. Ya le tocará a la próxima legislatura del congreso del estado poner más candados para que en el futuro no suceda. Parafraseando ¡Porque el Pueblo Manda! ¡No, Mina No! Es mi opinión, al tiempo…
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