POR ARIEL VILCHIS
Es evidente que el discurso pronunciado por Arturo de la Rosa en su registro como candidato a la presidencia municipal de Los Cabos, movió las fibras más sensibles de los ciudadanos cabeños.
Arturo de la Rosa hablo fuerte y preciso, claro y contundente ante miles de simpatizantes que se lo acompañaron en su registro el día de ayer en la sede del consejo municipal electoral, el mensaje lo dijo todo; Los Cabos tiene memoria y no permitirá el regreso de gobiernos que en el pasado mostraron ser los más corruptos, rapaces e insensibles.
Sin la presión de llevar las riendas de la administración municipal y ahora como aspirante a buscar la reelección para un periodo consecutivo de mandato en un proceso electoral si precedente, Arturo de la Rosa puede hacer uso del poder de la palabra para llegar de nueva cuanta con la ciudadanía y enfrentarse al escrutinio de una sociedad cabeña, a la que ha servido con el mayor de los profesionalismos, buscando el beneficio del pueblo que lo eligió como alcalde.
Y es precisamente por eso que toma mayor relevancia el discurso del presidente municipal con licencia, al hablar de lo que no se quiere, de lo que no debe olvidar el pueblo cabeño; no debe y no puede olvidar nefastas administraciones municipales que no le cumplieron a la ciudadanía en doce años de gobiernos, en los que solo se dedicaron a saquear las arcas municipales.
En ese sentido, por supuesto que habrá defensores, que habrá voces que quieran repartir culpas y sobre todo excusarse con señalamientos absurdos para tratar de salvar lo insalvable, y aun así no podrán contrarrestar una imagen totalmente deteriorada, tanto así que los nombraron el grupo corrupto Los Cabos. Y sí para que quede claro, como las víboras en los últimos meses cambiaron de piel pidiendo asilo en casi todos los partidos políticos con tal saciar sus ambiciones personales, sus egos y ansias de poder, sin recordar que el pueblo no olvida y es por eso que salieron de palacio municipal.
Trasciende entonces la palabra pronunciada por Arturo de la Rosa, por un lado el compromiso por seguir construyendo un mejor municipio, con mejores condiciones de vida para los cabeños, de crecimiento en inversiones y empleos, en continuar apostándole al desarrollo del municipio más próspero de la entidad y por otro lado evocando a la memoria colectiva, no olvidando el pasado reciente de rapiña y corruptelas. El discurso fue dicho, Arturo de la Rosa evoco al pasado, veremos si Los Cabos tiene memoria. No tengo la menor duda, es mi opinión, al tiempo…