POR ARIEL VILCHIS
El Partido Revolucionario Institucional vive su peor momento de la historia.Recientemente, el pasado 2 de junio volvió a recibir una paliza en la jornada electiva que se llevó a cabo en seis entidades federativas que lo mantienen en tercer lugar en las preferencias electorales.
El proceso para renovar el liderazgo del otrora poderoso PRI ya fue puesto en marcha al emitir la comisión de procesos internos la convocatoria para la renovación de su dirigencia,que será elegida en un proceso abierto a la militancia justamente en dos meses, el 11 de agosto.
Aplastados por el rechazo ciudadano, el PRI enfrentará la elección de una nueva dirigencia nacional en el que deberán decidir si cambian y voltean la mirada hacia su militancia o continúan haciendo política para unos cuantos, en la que se vislumbra será una de sus más complicadas renovaciones.
Y es que prácticamente la competencia por liderar el comité ejecutivo nacional tricolor ya tiene nombres, los aspirantes con mayor oportunidad en esta contienda son Alejandro Moreno, gobernador de Campeche, y el ex rector de la UNAM José Narro. Del primero se dice que está detrás el expresidente Enrique Peña y que, en caso de dirigir al PRI, sería solo comparsa del partido que gobierna el país (morena) y que estaría a las órdenes del presidente López Obrador. Todo ello derivado del pacto de impunidad que habría acordado Peña-López Obrador. Por su parte el Dr. José Narro – de ideología cargada a la izquierda- podría ser la llave para que el PRI se levante de la lona y dé batalla en el 2021. José Narro sostiene que lo que busca la militancia es acabar con la simulación y los excesos en los que ha caído el PRI en los últimos años.
Aquí en Baja California Sur el priismo deberá elegir muy bien con quién se jugará sus cartas. Lo que suceda a nivel nacional invariablemente tendrá repercusiones locales y es que los pocos priistas que quedan mantienen una lucha constante contra la actual dirigencia estatal que no se ve, no se escucha y francamente no se sabe si existe. Pero seguirá ahí si no hacen algo radical, algo que verdaderamente llame la atención del CEN.
Pero no será con debates en las redes sociales como solucionarán la pasividad de su actual dirigencia, los priistas deben salir y tomar la calle, llegar a la militancia (lo que haya) de lo contrario todo esfuerzo será infructuoso y seguirán a expensas de las instrucciones que se dicten en el comité ejecutivo nacional. Los priistas deben demostrar si verdaderamente quieren salir del hoyo, esta será su oportunidad de obtener el cambio que tanto han pregonado para después prepararse para hacer alianzas reales con otras fuerzas políticas de cara al proceso electoral del 2021 o resignarse a abandonar el barco como sucediera en el estado vecino de BC donde fue evidente el éxodo de priistas hacia morena.
José Narro o Alejandro Moreno son las opciones que tendrán los priistas que en 10 días iniciarán su proceso de renovación de la dirigencia nacional de un partido vapuleado, cuestionado y altamente rechazado por la sociedad y la ciudadanía, por los innumerables casos de corrupción, abuso y exceso de un gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto y su camarilla de gobernadores que saquearon sus entidades. La tarea no es fácil pero deben intentarlo, de tomar malas decisiones no saldrán del fango en el que se encuentran. Es mi opinión, al tiempo…
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