Por Martín Inzunza Tamayo
De motu proprio
¡Extra! ¡Extra!
LA TREGUA: TRABAJAR BAJO PROTESTA
Crisis es una palabra referida al momento de tomar decisiones y se relaciona directamente con criterio -el principio que aplicamos para tomar la decisión correcta-.
El proceso educativo es eviterno -algo que tiene un comienzo, pero no tiene fin-, y las maestras y los maestros, son la piedra fundadora de ese proceso formativo. Una educación pública y popular que para millones de niños es su única oportunidad-herramienta para lograr superar sus circunstancias de atraso social.
De una crisis por prestaciones laborales económicas y de salud, y falta de contratación definitiva, podríamos pasar a una crisis cultural por la falta de clases para nuestra niñez y jóvenes.
Pero, hay luz al final del túnel, al acordarse una tregua -suspensión temporal de una medida de lucha- en el CBTIS No. 230, consistente en reanudar labores bajo protesta, una manera de luchar sin afectar al alumnado de esa institución de educación media superior.
Trabajar bajo protesta, implica que los docentes comprenden su enorme responsabilidad social de impartir educación -la vocación llama-, y al mismo tiempo, continuar exigiendo el cumplimiento de sus demandas para un mejor desarrollo personal y profesional.
Paro también, toda tregua es generosidad, empatía, entendimiento, y una hoja de ruta táctica que busca la menor afectación de terceros.
Desde el sábado 5 de noviembre, han iniciado los trabajos de cogestión de las soluciones para cada demanda magisterial. Es una mesa de trabajo seria que dará buenos resultados, no por obra de una varita mágica, sino por el esfuerzo de todas las partes involucradas.
Ciertamente los docentes y no docentes, tienen derecho a la duda, porque fueron mucho tiempo engañados, desatendidos, o amenazados, pero hoy no es el caso, y no debe serlo.
Una tregua es un viraje positivo en esta lucha magisterial, sobre todo, porque prioriza el bienestar de toda la sociedad sudcaliforniana.
