En un contexto de exigencias, crispación, reclamos, encaramientos, surgió la empatía, y vaya de qué manera, porque se está dando la impresión de que toda esta lucha por mejoras laborales del magisterio se está personalizando en el Gobernador y Profesor Víctor Manuel Castro Cosío.
El Profe Víctor Castro, les ha dicho una y otra vez: Estoy con ustedes, luchare con ustedes, comprendo su situación…Pero hay que repetirlo y repetirlo, porque de acuerdo con la sociología política que estudia los movimientos sociales, una primera etapa dentro de las discusiones cara a cara, es el desahogo de las partes que puede tener muchos matices.
La empatía genera una conexión, en este caso no podría ser de otra manera, porque el Poder Ejecutivo Estatal, es un cargo unipersonal, y por azares de la historia contemporánea de nuestra entidad, quien ocupa actualmente el cargo es un profesor que también lucho por mejoras salariales.
Entonces la conexión empática del gobernante le viene de su actividad magisterial, es decir, comprende las causas del movimiento porque él también las padeció en su momento.
Pero ahora, aquel líder sindicalista de una corriente democrática magisterial es el gobernador de todos los sudcalifornianos, por tanto, su deber es atender a todos los sectores sociales y productivos, y solo ha pedido la misma empatía para con su cargo actual de altísima responsabilidad política, social, y económica.
El actual magisterio, nada tiene que ver con el magisterio de hace 3 o 5 décadas, y que bueno, me da gusto observar maestras muy jóvenes, defendiendo sus posiciones y reclamando mejores condiciones de trabajo, pero en ese reclamar debe caber la comprensión para con un gobernante que no ha desatendido al magisterio al cual pertenece en calidad de jubilado.
Si hay empatía, hay mucha mejor condición para el diálogo, y supongo que entre maestros y maestras la cultura del diálogo siempre debe prevalecer, para reconstruir lo destruido por otros gobernantes insensibles al tema de la educación pública popular pues han tenido a sus hijos en escuelas privadas, pero la inmensa mayoría de las familias del pueblo asalariado está educando a sus hijos en escuelas públicas atendidas por maestros y por maestras formados en escuelas normales públicas.
Esa herencia maldita que los gobiernos de derecha le heredaron al actual gobierno estatal de la 4 Transformación, será conjurada por la unión de esfuerzos del magisterio sudcaliforniano y su sindicato el SNTE como órgano representativo del todo el colectivo, y la mano solidaria del Gobernador Víctor Manuel Castro Cosío.
Es importante reordenar este diálogo, para atender una problemática de un grupo de servidores públicos del sistema educativo, y para lograrlo, los acuerdo de la Mesa Estatal de Negociación o de cualquier otra instancia de cogestión, tienen que ser difundidos amplísimamente -entre la base sindical- tanto por el SNTE como por parte de las autoridades educativas.
Habrá que estar preparados para más encuentros, como el de Loreto, pero ahora en Comondú, La Paz, y Los Cabos, siempre que sean con base en el respeto, el saber escuchar, y esa necesaria empatía solidaria.
