POR ARIEL VILCHIS
Bien dice el dicho que en Martes, ni te cases ni te embarques, situación que no previó el doctor Ernesto Ibarra Montoya cuando se despertó ayer por la mañana y se arregló con esmero para acudir al encuentro de su candidato a la presidencia de la república Andrés Manuel López Obrador, en la visita del presidenciable a Baja California Sur
El galeno Ibarra Montoya ha repetido incansablemente que cuenta con el respaldo del puntero en las encuestas nacionales, en infinidad de veces les ha hecho creer a sus seguidores que su candidatura por la presidencia municipal de Los Cabos tiene el aval de López Obrador. Nada más falso.
Sin embargo el día de ayer quedó evidenciado todo lo contrario y fueron varios momentos sumamente incómodos para el locuaz de Ernesto Ibarra, representante en turno del conocido y disminuido “corrupto grupo Los Cabos”, a pesar de sus intentos fallidos para hacerse notar en el meeting organizado por MORENA en el malecón paceño.
Para empezar, el candidato presidencial Andrés Manuel fue claro: en Los Cabos la candidata que tiene su respaldo es Armida Castro, así lo dijo y fue enfático en pedir el respaldo partidario para la candidata de MORENA, en un rotundo descarte para el galeno embustero.
Continuando con los desaires, no subieron al templete de figuras representativas al candidato petista y sí a la candidata Armida Castro de MORENA, situación que desconcertó a los militantes del partido del trabajo que arengaban con porras a su candidato estafador Ibarra Montoya. A pesar de ello, López Obrador prestó oídos sordos, tanto así que los engañados simpatizantes del galeno optaron por retirarse del evento.
Si les alcanza o no para ganar la alcaldía de Los Cabos a morenos o petistas, esa es otra historia. Lo cierto es que el líder del movimiento de regeneración nacional no olvida la traición que le hicieran los Agundez Montaño en aquella lejana campaña del 2006, en la que apoyaron y le levantaron la mano al candidato ganador de la presidencia de la república Felipe Calderón.
Quien traiciona una vez, traiciona dos veces. En esta ocasión López Obrador no se arriesga, deja al corrupto grupo Los Cabos y a su pupilo Ibarra Montoya solo, solito. Es mi opinión, al tiempo…
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